Muchas personas creen que tener una cuenta de ahorro es suficiente para el futuro, pero lo cierto es que un Plan de Retiro formal ofrece beneficios muy superiores, tanto financieros como fiscales y personales. Aquí te explicamos por qué.
Beneficios fiscales únicos
Uno de los principales atractivos de un Plan de Retiro es que puedes deducir tus aportaciones de impuestos, reduciendo tu carga fiscal y ahorrando más sin esfuerzo adicional.
No solo estás invirtiendo en tu futuro, también estás ahorrando en el presente.
Disciplina y estructura
A diferencia del ahorro tradicional, el Plan de Retiro tiene reglas que te ayudan a mantener el rumbo: montos periódicos, metas definidas y penalizaciones si retiras antes de tiempo. Esto genera compromiso y constancia.
Rendimiento y protección
Un plan de retiro está ligado a instrumentos de inversión seguros que generan mayores rendimientos que una cuenta de ahorro común. Además, muchos planes ofrecen coberturas por fallecimiento, invalidez o enfermedad.
Asesoría profesional
Con un plan, no estás solo. Tienes asesoría financiera personalizada antes, durante y después de contratar. Un ahorro en el banco no te da ese acompañamiento ni seguimiento.
Un Plan de Retiro va mucho más allá de guardar dinero: es una herramienta de planeación estratégica para tu futuro. Si lo comparas con un ahorro tradicional, las diferencias son claras: más seguridad, más beneficios, más respaldo.